Llegar al Sahara lo había hecho por medio de los libros de Paulo Coelho como El Alquimista, que relata la historia de cómo el universo quiere que logres tu propósito e historias como la de El Principito. Jamás pensé que llegaría al desierto del Sahara a admirar su belleza y silencio.

El campamento donde pasaríamos la noche bajo el cielo estrellado.
El camino hacia el desierto fue un bumpy ride llegamos y pronto de dejar nuestras cosas en el tent tomamos un poco de té y partimos a vernos con nuestro guía del desierto. Ali.

Jessica, Antonella, Ariana y Ali esperando la caida del sol.
Ali, un chico joven que hablaba 5 idiomas y amaba el lenguaje italiano. Él nos ayudó a subir a los camellos que nos llevarían de paseo en el desierto. Con el subimos varios dunes y luego nos dijo que nos podría llevar a un sitio más arriba donde se admiraba mejor el atardecer y se aprecia el silencio. Nos pidió quitarnos los zapatos ya que sería más fácil subir.
Ali se movía por la arena como si fuese parte de ella sabía dónde pisar y como caminar rápidamente mientras que nosotras ya sin aire tratábamos de ir a su ritmo o por lo menos llegar hacia donde él estaba. Subimos y subimos y Ali tenía razón la belleza desde lo más arriba era increíble.
Me sorprendió mucho lo silencioso que es el desierto. Solo se escuchaba el viento que entraba entre las telas de mi turbante. Se sentía una paz increíble y la arena parecía agua mientras bajaba. Había una brisa perfecta, Ali nos comentó que estábamos en el mejor clima ya que días antes había mucho viento y mucho frio. Nos contó que toda su vida ha vivido en el desierto y que si se iría seria solo para viajar y conocer otros países pero que siempre volvería al desierto.
Eso nos impresionó al ver en sus ojos el amor que le tiene a el desierto y sus camellos. El atardecer desde el desierto es increíble vez el sol perfectamente como baja y se pierde, pero lo que más nos impresionó fue al caer la noche y ver el cielo iluminado de estrellas.
Estrellas de todos los tamaños brillantes que iluminaban todo el cielo. Era un cielo escarchado, jamás había visto una cosa igual. Es algo que no puedes capturar con una foto solo queda en tu memoria y trataras de compartirlo con los demás, pero queda en ti.
Nos dimos cuenta que la luna no está cerca por ningún lado solo estrellas iluminando nuestro tent. Ver el cielo desde las montañas y esa noche en el desierto se veía como si estuviésemos dentro de un snowglobe, el que decía que la tierra era flat jamás había visto la noche en el desierto.

Antonella con Ali y otros chicos del desierto tocando la música tradicional de la zona.
Me encanta como redaptastes tu experiencia, ya que la pude vive a través de tu escrito. Excelente, me alegran mucho que hayan vivido esta experiencia tan bella. A seguir explorando!